En primera instancia antes de poder hacer comentario alguno sobre las diferencias que acontecen a ambas partes, es necesario determinar en este ensayo a que es referido el término tercermundista y/o de primer mundo. Siendo el primero un término emitido por el economista Alfred Sauvy para designar a los países que no pertenecían a ninguno de los dos bloques que estaban enfrentados en la Guerra Fría (EE.UU. Europa Occidental, Japón, Canadá, Australia y sus aliados, Unión Soviética, Europa Oriental, China); lo cual en realidad este, es utilizado para hacer mención a países con gran atraso en aspectos económicos-políticos-sociales., aunando a su vez a la educación y tecnología. Generando en gran medida este rezago una cultura de pensamiento “débil”; es decir con actitudes de mediocridad, subordinación, dependencia y vulnerabilidad.
Diciendo esto debido a que, en países como por ejemplo México que según el gobierno propio y extranjero es sub desarrollado o en vías de desarrollo podemos denotar que el desempeño que tiene es de carácter tercermundista, puesto que vive regido por los estándares y estilos de vida de países desarrollados como nuestro vecino Estados Unidos. Convirtiéndose así en una copia barata de su carácter desarrollado.
Ya que en vez de copiar las actitudes que han hecho de esos países ser los llamados de primer mundo, se ha optado únicamente por comprar su cultura consumista, que lo sumerge de nuevo a la subordinación del extranjero.
Limitándose a sí mismo a crecer, a pesar de contar con valores como perseverancia, trabajo, integridad familiar entre otros que si bien nos permitirían crecer como sociedad, se prefiere reclinar en el confort de la mediocridad, continuando el circulo que no impide desarrollarnos hasta el nivel primer mundista.
IRASI TINEJERO VAZQUEZ
Coincido con tu punto de vista al decir que México se limita a comprar la cultura consumista de Estados Unidos, y eso nos mantiene de entrada, inferiores a ellos. Bien dicen que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y creo que es un ejemplo que se puede aplicar aquí pues, al ser subordinados prácticamente nos convertimos en espectadores de lo que pasa al rededor, de ésta manera, si podemos observar las actitudes de liderazgo que poseen las naciones primermundistas que las llevan al éxito, preferimos observar las actitudes tercermundistas, adoptarlas como modo de vida y dejarnos arrastrar por la ignorancia, sin importar como es notorio que ésto lleva a la perdición a otras naciones y que eso está pasando con nuestro país, no nos importa y seguimos como estamos.
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