Ensayo de las definiciones.

Nuestro deber como habitantes de este planeta es ser conscientes de las consecuencias que tienen nuestros actos y cómo repercuten en el medio ambiente.
Como profesionistas, tenemos la portunidad de cambiar la visión de nuestros antecesores ya que como sabemos; la arquitectura es la manera en la que podemos materializar nuestras ideas, si a esto le sumamos una mentalidad consciente en cuanto al medio ambiente, podemos conseguir el equilibrio deseado para lograr la sustentabilidad en el planeta.
Teniendo la arquitectura sustentable como base del diseño seremos capaces de construir y modificar el entorno al que pertenecemos de una manera pertinente para el mismo y para nosotros.
Los diseños de los que hablamos últimamente han sido utilizando energías renovables, buen manejo de agua, conservación de las especies que habitan en él y teniendo un debido cuidado con los desechos, ya sea reciclando o reusando los mismos.
El hábitat es una interacción nuestra con el entorno, esto se refiere a que tenemos un lazo muy próximo con la naturaleza, ya que es parte de nosotros mismos al pertenecer a un entorno en el que existen especies vegetales y animales. Esto nos lleva a analizar nuestro pensamiento y nuestras acciones, bastante deteriorado se encuentra nuestro entorno como para no ser conscientes del daño que nos causamos, a las especies animales y plantas que forman parte de la misma cadena que nosotros.
Desde mi punto de vista, considero que a estas alturas, resulta indispensable tener una mentalidad verde, es decir, preocuparnos y ocuparnos por hacer de nosotros unas mejores personas, unos mejores profesionales y agentes de cambio para el planeta, no solamente en cuanto a la arquitectura, si no como un estilo de vida y aplicarlos a cada aspecto de ésta. Así tendríamos una visión más amplia de nuestro futuro y qué es lo que nos conviene hacer para crear una mente consciente en los demás, permitiéndonos ser la unidad de personas dispuestas a crear métodos eficaces y amigables con el planeta y la vida que hay en él.

Jorge Zaldivar